Las últimas semanas los medios de comunicación locales han estado comentando sobre la Federación Universitaria del Cusco. Este gremio de importancia y trascendencia está en la boca de la opinión pública por sus lamentables declaraciones en torno al Movadef y por su inconsecuencia en la lucha contra del alza de costo de vida. Evidencia la falta de puntería política que tienen sus dirigentes. Una explicación inconclusa sería mencionar que los antonianos tienen los dirigentes que se merecen o que la dirección es reflejo de la crisis del movimiento estudiantil, sin embargo, hay algunas particularidades que son dignas de mencionar. A inicios del mes de enero la FUC convocó una conferencia de prensa donde anunciaba la solidaridad con el pueblo de Espinar y su posición en contra del proyecto Majes Siguas II, para materializar este apoyo se comprometió a movilizar a los estudiantes; este previo, pomposo y mediático no se reflejo el miércoles 18, día de la movilización en la que el presidente de la federación brillo por su ausencia.
UNÍOS organización que está enquistada en la FUC por más de 10 años tiene un método que impide la reorganización del movimiento estudiantil. El recurso más fácil para ellos, es cerrar las puertas de la universidad y es en esa confusión que recién se enteran los estudiantes sobre la movilización y poco o nada alcanza para explicar las razones de una medida de lucha.
Como un elemento negativo vamos a tener estudiantes en las calles sin un conocimiento ni valoración de su acto, es por esa razón que las ultimas luchas universitarias tienen un carácter coyuntural, espontaneo y sin ninguna continuidad ni conciencia, las luchas regionales (la defensa del patrimonio, gas para el Cusco, contra el alza de costo de vida y pasajes, contra Majes Siguas, etc.) y las que se dieron en la UNSAAC (contrata de docentes, vivienda universitaria, voto universal, contra la corrupción, etc.) son parciales e inconsecuentes.
La falta de representatividad y compromiso de la dirigencia hoy les pasa factura. Las medidas de lucha que fueron gracias al apoyo y participación activo de algunos CCFFs y organizaciones políticas como la JS. Nuestra federación pasa por un momento de crisis debido a el lamentable papel de su dirección (Uníos) y es que ha estado albergando intereses personales que priman sobre la necesidad de los estudiantes antonianos para frenar el proceso de privatización entre otros, la actual dirección de la FUC fue legitimada por el cuestionado ex Rector Víctor Aguilar y por medio de un un proceso electoral viciado y fraudulento en la que participó sólo un 40% del estudiantado. Esto incidió en la pérdida de la independencia política y de su carácter democrático, principio fundamental para la defensa de los intereses estudiantiles y del pueblo cusqueño.
Hace poco en declaraciones el presidente de la FUC Ruberio Monge mencionó que es independiente de Uníos y que no milita en ninguna organización, es decir, el principal dirigente de la FUC, Ruberio, llegó al cargo por azar y se mantiene gracias al aparato e infraestructura de la FUC y es lo que ha llevado a la fragmentación y renuncia de más del 50% de los 33 integrantes de la actual gestión. Debido a esto se hace necesario un cambio urgente en la dirección de la FUC.
En enero concluyó un semestre más, los antonianos entraron de vacaciones y muchos regresan a sus lugares de origen y otros aprovechan los dos meses para trabajar. Y es que los cursos de vacacional sean vuelto todo un lujo (s/20 el crédito). El avance del proceso de privatización, la carencia de investigación científica y la acefalía del movimiento estudiantil es una mezcla mortal que grafica una situación de crisis e incertidumbre; pero son en estos momentos que los caminos y salidas se reducen, o la actual dirigencia bien se pone al frente de sus responsabilidades o da un paso al costado.
La FUC es un referente de tradición combativa para el pueblo cusqueño y para el antoniano,
representa su única herramienta para hacer respetar sus intereses y derechos. He ahí su importancia…
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