Francis Portocarrero
Con su muerte se han desatado un sinfín de
declaraciones muchas de condolencias pero tampoco han faltado otras que han
aprovechado para lanzar diatribas y declaraciones políticas interesadas. No
puede ser de otro modo, pues sin duda Chávez marcó un período de la historia
Venezolana y también en Latinoamérica. Sus declaraciones siempre fueron polémicas.
Por ejemplo e presidente de los EEUU dijo que en
Venezuela se iniciaba un nuevo capítulo de su historia, a la vez que anunciaba,
hipócritamente por supuesto, que los EEUU “está comprometido con principios
democráticos, y el respeto de los Derechos Humanos”.
Lo que
hizo Chávez
Hugo Chávez gobernó Venezuela durante 13
años. Su mandato fue sin temor a exagerar un fenómeno político internacional, sobre
todo por sus declaraciones, aunque no solamente. Según datos de CEPAL la
pobreza se redujo un 44%, lo que equivale aproximadamente a 5 millones de
personas. Durante su gobierno el gasto social se incrementó en 60% reduciendo
la brecha de la desigualdad en 17.9% también según CEPAL. Un 61% de la
población compró alimentos directamente de puntos de venta del Estado y 14
millones acceden a alimentos subsidiados.
Respecto del tema de vivienda Bajo el
gobierno de Chávez se repartieron 146 mil viviendas, mientras que en la
democrática España ahora se producen alrededor de 530 desahucios por día.
Debido a estas medidas así como a sus
polémicas declaraciones “antiimperialistas” Chávez logró el apoyo mayoritario
de los venezolanos en las urnas, aunque debemos señalar que este apoyo se fue
reduciendo con el paso del tiempo, cuestión sobre la que nos referiremos más
adelante.
Chávez se sometió a numerosos procesos
electorales y sin embargo, sectores conservadores y de la derecha continental
han calificado a su régimen de dictadura. Sin duda, los grandes medios y
corporaciones informativas del mundo han desinformado y mucho es lo que hay que
aclarar tras la montaña de acusaciones, calumnias y mentiras diseminadas contra
Chávez.
El
significado de Chávez desde el punto de vista
del socialismo revolucionario?
La
política no está hecha a base de sentimientos aunque los politicastros siempre
apelan a estos.
Desde un punto de vista de clase y de la
urgente y necesaria transformación que requieren todos los países de nuestro
continente, Hugo Chávez no pasó de ser un nacionalista burgués, porque más allá
de sus discursos sobre el socialismo y el imperialismo, Chávez no acabó con la
miseria ni la desigualdad social, tampoco sentó las bases para la construcción
de una sociedad socialista, no pasó de utilizar una herramienta burguesa, las
elecciones, para gobernar una Venezuela capitalista e intentar gobernar con una
burguesía adicta a él o sometida a su régimen bolivariano.
Si bien respetamos la conmoción de
innumerables activistas y militantes honestos por el drama personal que sufrió
Chávez producto del cáncer que terminó acabando con su vida, los
acontecimientos y sucesos políticos de Venezuela siempre encendieron los
debates sobre el significado del chavismo y de su “socialismo del siglo XXI”,
pues durante sus casi 14 años en que estuvo al frente de Venezuela Chávez fue
un referente importante para la izquierda mundial. Tan es así que incluso su
sucesor llegó a afirmar que Venezuela se encontraba en una economía de
transición, es decir que se encuentra a medio camino del capitalismo hacia el
socialismo. ¡¡!!
El gobierno de Chávez fue un nacionalismo
burgués con un nuevo traje. ¿Por qué?
Chávez surgió a la palestra política como
producto de la movilización de las masas venezolanas en el año 1989. En ese año
se dio una verdadera insurrección popular contra la miseria y la inflación, conocida
como el “Caracazo” que sacudió el país. Si bien en ese entonces el gobierno
socialdemócrata logró sofocar la insurrección, la crisis económica y política
se profundizó aún más. Tres años más tarde Hugo Chávez, entonces teniente del
ejército, se lanzó a una aventura golpista aprovechando el desgaste del
gobierno de Carlos Andrés Pérez, pero fracasó, sin embargo, este acto fallido
le catapultó como un referente político ante la población.
En 1998, se lanzó a la arena electoral
liderando un frente político conocido como Movimiento V República (MVR)
logrando acceder a la presidencia de la república y poniendo fin a 40 años de
hegemonía de los partidos tradicionales que gobernaban Venezuela en medio de
sucesivos y escandalosos actos de corrupción. Entonces ya como presidente
anunció su “revolución pacífica”, es decir una política de cambios graduales
dentro del Estado burgués venezolano, apoyándose particularmente en las Fuerzas
Armadas.
En el año 2000 se promulga una nueva
constitución que centraliza el poder en manos del ejecutivo. Esto sucede de la
mano de levantamientos populares y grandes movilizaciones de masas en toda
América Latina. En ese contexto Hugo Chávez fue cambiando su discurso
nacionalista hacia una versión particular de socialismo a la venezolana,
denominado “socialismo del siglo XXI”. Apoyándose en la movilización de masas
Hugo Chávez se orientó hacia una política nacionalista burguesa con
características autoritarias. A pesar de su discurso y del poder que logró
jamás rompió con el imperialismo, que nunca dejo de atacarlo ni de apoyar a la
oposición reaccionaria y golpista en Venezuela. Chávez se montó en la
movilización de masas para institucionalizar su proyecto nacionalista burgués,
por ello fue apoyado también en un sector de la burguesía venezolana, además de
cooptar dirigentes sindicales y los movimientos sociales que surgían en todo el
país.
Poco tiempo después, para centralizar aún más
el poder fundó un nuevo partido el Partido socialista Único de Venezuela (PSUV)
que integraba a empresarios “socialistas” y quien no se adhería a este nuevo
proyecto partidario era tachado de contrarrevolucionario. Así fue surgiendo la
boliburguesía “roja rojita”.
Sus nacionalizaciones no pasaron de ser adquisiciones
de acciones, si bien compulsivas, resultaron bien remuneradas o compensadas
para las empresas expropiadas tal es así que no existen hoy ninguna queja o
conflicto jurídico de parte de las empresas expropiadas. Así sucedió con PDVSA,
la petrolera venezolana que hoy por hoy participa en empresas mixtas junto a
multinacionales del petróleo, así también sucede en la compañía de teléfonos
(CANTV), una de las más lucrativas, que a pesar de ser considerada estatal está
controlada por empresas privadas.
Detrás del discurso
revolucionario de Chávez.
La verdad, entonces, desde un punto de vista de
clase, es que detrás del discurso antiimperialista y socialista de Chávez se fue perfilando una política
económica favorable a los negocios capitalistas, más allá de las medidas
populistas de su gobierno. Venezuela es totalmente dependiente de la
exportación petrolera (90%) que equivale al 30% del PBI. Continuó pagando, la
impagable deuda externa que asfixia a nuestros países latinoamericanos (bajo su
mandato, el porcentaje destinado al pago de la deuda externa pasó del 14% al
30% del PBI, entre el 2008 y 2010). La inflación llegó al 20% y continuó
golpeando a la población, especialmente los más pobres. El tema de la
inseguridad y la violencia urbana se fue incrementando en los últimos años. Es
decir. detrás del discurso chavista se ha mantenido un sistema que termina
beneficiando a las grandes empresas y al imperialismo.
La izquierda “progre”
latinoamericana
Más allá de los discursos triunfalistas sobre lo
que significó Chávez, las perspectivas no son nada alentadoras para los
trabajadores y pueblo venezolano. La situación económica se viene agravando,
más allá de la demanda de materias primas de los mercados del mundo; el aumento
de la deuda pública genera un déficit fiscal de 20%.
La gran mayoría de la izquierda en lugar de
construir una alternativa realmente socialista y revolucionaria, se pasó con
armas y bagajes a defender al régimen chavista ofreciendo además un apoyo
incondicional a su política nacionalista burguesa. Ese es el drama de la clase
trabajadora venezolana y latinoamericana. Ante la perspectiva de mayores
problemas económicos en Venezuela y la falta de una auténtica alternativa
consecuentemente socialista, es la derecha la que buscará llenar el vacío
dejado por Chávez aprovechando la bronca que existe y crece en amplios sectores
de los trabajadores y la población con el régimen chavista.
Creemos que la única política realmente progresiva
que se puede tener ante la compleja coyuntura que vive hoy el pueblo venezolano
es la lucha por la organización independiente de los trabajadores, denunciando
a la derecha neoliberal y pro imperialista y explicando pacientemente a las
masas venezolanas el verdadero carácter del chavismo.
Ese es el dilema de la izquierda socialista y
revolucionaria. Hoy el régimen aun cuenta con el apoyo de la población,
sobretodo de los más pobres porque está ligado al apoyo que obtienen de los
programas sociales asistencialistas (las misiones). Sin embargo, aparte de no
resolver los problemas estructurales del país, tales programas tenderán a
desaparecer ante el agravamiento de la crisis en Venezuela.
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