Desde que los conflictos sociales le
estallaron al gobierno “nacionalista”, este utilizó el recurso más fácil: la
represión y las balas, apoyándose en el inconstitucional Decreto Ley 1095 que
faculta el uso de armas de fuego contra manifestantes. Esto hace pensar que con
Ollanta Humala se asoma peligrosamente una regresión histórica, semejantes a
tiranías militares que surcaron la historia del país en el pasado.
Ollanta en el corto tiempo de su mandato
cuenta con 17 muertos hasta la fecha y ocupa el primer lugar comparado con
otros gobiernos al inicio de un mandato en cobrar la vida de 18 muertos. Humala
Tasso es un oscuro personaje militar, sin brillo propio, que logró auparse al
poder político mediante engaños y falsas promesas. Ahora presentó un proyecto
que pretende impedir o prohibir que se hable sobre nuestra historia
político-social reciente y amenaza con la prisión (8 años) a quienes se atrevan
a hacerlo. Este proyecto de ley se llama del “negacionismo” y apunta en el fondo
a reprimir a todo aquel que se atreva a insinuar o hablar de una verdadera
transformación social o lucha de clases.
¿Cuál es el alcance de la ley del
negacionismo?
Al amparo de la ley del “negacionismo” se
quiere escribir la historia del país como si fuera un manual militar donde las
acciones de los grupos alzados en armas son simplemente vulgares acciones de
delincuentes terroristas y punto. En ese marco
el papel de las fuerzas armadas y policiales se pretende presentar como
sacrificadas y heroicas, defensoras de la paz y de la nación, nada más falso.
¿Por qué el temor de la historia?
Oponerse a la falsificación de los hechos
pasados, y rescatar la memoria histórica del pueblo, es una forma de luchar
contra la opresión y el imperialismo. Rescatar la historia social y
confrontarla a la historiografía de los cuarteles, se inscribe también en la
lucha de clases y en los combates por el socialismo. El conflicto armado en
nuestro país, fue un doloroso capítulo de nuestra historia que implicó la vida
de decenas de miles de peruanos. Esta es una verdad incontestable, que ni el
“capitán Carlos”, ni las fuerzas armadas podrán borrar de la memoria de los
peruanos.
El Movadef y su pedido de “Amnistía
General”
El neosenderismo legalizado, que reclama
aministía general, se ha adaptado y ajusta perfectamente a la actual estructura
política del poder en el Perú aunque tiene su propia agenda: la excarcelación
de Abimael Guzmán. Su política es vulgarmente oportunista. En las últimas
elecciones generales señalaban que Ollanta Humala era una salida “nacionalista
y de izquierda” a los problemas del país.
Si bien El Movimiento Por la Amnistia y los
Derechos Fundamentales ( MOVADEF )se reclama del maoísmo, su actividad
principal es hoy por hoy legalista. Surgió de los escombros de lo que fue
Sendero Luminoso, a partir de la capitulación de toda la plana mayor de la
cúpula de Sendero Luminoso. Desde entonces no tiene perspectiva como
organización política, salvo convertirse en partido reformista y electorero
aunque con discurso radical y fraseología revolucionaria, muy conveniente y
atractivo para sus seguidores.
Ideológicamente el discurso del
Movadef es básicamente el mismo que
planteaba Sendero: el “marxismo, leninismo, maoísmo, pensamiento Gonzalo”. El
pequeño detalle es que Abimael Guzmán o “pensamiento Gonzalo”, traicionó su propia lucha y capituló. De puño
y letra, pidió un acuerdo de “paz y reconciliación”. El Movadef sigue esta
línea, se desdice sobre la “guerra popular” señalando que “esa guerra nunca
debió ocurrir”. Una traición total a sus propios postulados.
Para este grupo, como para Abimael, hoy “no
corresponde la lucha armada sino la lucha política”, pues como su líder máximo
está preso, buscan su libertad, por ello su salida es la amnistía general para
civiles, policías y militares. Ironías de la historia, esta política los coloca
de espaldas a los postulados iniciales de SL y de su propio “presidente
Gonzalo”, los coloca de espaldas ante sus combatientes muertos, asesinados y
desaparecidos que perdieron la vida en la aventura de la “guerra popular” y los
coloca al lado de corruptos y asesinos, por eso apoyan el indulto a Fujimori.
Es decir, La amnistía que predica el Movadef es una escandalosa traición
política de sus propios postulados. De modo que nada bueno se puede esperar de
esta agrupación, salvo más acomodos, reacomodos y futuras traiciones o
capitulaciones. No se puede construir justicia si se fomenta la impunidad. Ni
al Movadef ni al gobierno, ni a la oposición reaccionaria les importa esto.
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