Fotos de la marcha contra el Fujimorismo
SINAPSIS
Blog de la Juventud Socialista del Cusco.
martes, 5 de abril de 2016
domingo, 20 de marzo de 2016
ELECCIONES Y VOTO POPULAR. Un punto de vista socialista
Nuevamente nuestro país atraviesa un proceso
electoral para elegir un nuevo presidente. El poder de seducción de la
democracia tal y como la conocemos hoy sigue concitando ilusiones, a pesar del creciente
descontento social o justamente para utilizarlo como una válvula de escape de la insatisfacción popular.
El “normal desarrollo del proceso electoral” se ha visto alterado debido
a la intervención y extraño juego del Jurado Nacional de elecciones (JNE). Esta
institución decidió retirar de carrera a dos candidatos, uno de ellos amenazaba
destronar el liderazgo de Keiko Fujimori, la favorita de las encuestadoras y
los grandes medios. Sin embargo, el JNE, ante las denuncias contra Keiko y
Fuerza Popular, que sistemáticamente viene regalando dinero o ‘productos’, no
ha reaccionado con la misma presteza y celo para hacer cumplir la ley. En lugar
de eso, el jurado electoral dijo que no procede la tacha contra Keiko. Esta
actuación ha provocado serios cuestionamientos sobre su parcialidad, la
existencia de juego sucio y de fraude, lo que empaña el proceso. Su reacción también
ha provocado una serie de masivas movilizaciones antikeiko y contra el JNE, en
todo el país.
Ante una serie de evidencias que implican a Keiko Fujimori, intentando
ocultar o disimular el escándalo, el jurado ha “cambiado de opinión” y dio un
plazo para investigar y plantear la tacha. Pero ya es tarde, por acción y
omisión el papel del JNE genera serios interrogantes sobre su imparcialidad, existen
dudas razonables sobre su imparcialidad. La relación de dos de sus miembros con
el Apra es más que cuestionable, existe un conflicto de interés. De esos dos
uno tiene acusaciones graves y convincentes de corrupción. También existe una
magistrada del JEE investigada por lazos con Montesinos. Y será ella la que tendrá voto decisivo
cuando se evalúen los pedidos de exclusión de Fuerza Popular de la campaña
electoral por entregar dinero durante mítines. Esta parcialidad escandalosa del
jurado electoral, cuenta con la complicidad de García, Kuczynski, Fujimori,
además de los medios de prensa más poderosos del país, con su séquito de
opinólogos. ¡Y contra toda evidencia! ¡Este es el jurado electoral que tenemos!
Entonces crece la percepción en la población que la candidatura de Keiko
se sostiene por la parcialidad del JNE, por los medios, por las encuestadoras,
por los partidos alineados con este régimen. El JNE a los ojos de la población ya
no es una institución creíble. A contramano, Alan y PPK han expresado
públicamente que el JNE no tache a Keiko, los medios y las encuestadoras tocan
la orquesta.
El proceso electoral entonces está muy movido, alterado. Mientras pasan
los días, se mueven las encuestas, se multiplican las especulaciones, migran
las adhesiones, se hacen toda clase de conjeturas. El papel del JNE no había
suscitado tanta controversia desde el año 2000 en que Alberto Fujimori buscaba
su tercera reelección. Hoy se saca la mascareta.
¿Qué alternativas
tenemos los trabajadores y la juventud, los más pobres y explotados?
Algunas propuestas de izquierda no pasan de ser promesas de campaña. Por
ejemplo, ¿reformar la policía o el poder judicial?. Es algo imposible de
cambiar si no se empodera la clase trabajadora y el pueblo organizado. Frente
al negociado de la Shell con nuestro gas, apenas se plantea la renegociación, Esa
propuesta no se diferencia, de Barnechea o del gobierno actual. La recuperación
de los recursos naturales para desarrollar la industria nacional, no existe en
el vocabulario de ningún candidato. Esa sería mejor política en defensa de
nuestra soberanía
No existe, en el actual proceso electoral, una alternativa que plantee
un horizonte socialista. La izquierda electoral ofrece gobernar con algunos pequeños
cambios y maquillajes el régimen actual plagado de corrupción. Ninguno de los
candidatos de izquierda representa las demandas de cientos de miles de
trabajadores de las minas, las industrias y el agronegocio, verdaderos
generadores de la riqueza, que sufren la precariedad laboral, sobreexplotación
y salarios miserables. No existe una alternativa de izquierda y los
trabajadores que busque un gobierno soberano basado en la democracia directa,
no en la caricatura de democracia que vivimos hoy.
Consideramos
que es pérfido tratar de cooptar a los luchadores/as y activistas que luchan y
se movilizan para desviarlas hacia salidas legalistas en el marco del
corrompido régimen democrático actual.
Hoy, desde
la izquierda electoral se mira con indiferencia, incluso con desprecio, a la
clase obrera. Disuelven la existencia de este importante sector social en
conceptos como la “gente”. Son discursos muy funcionales para la democracia tal
cual está hoy. Para peor, la dirigencia de la CGTP, defiende la aprobación de
una ley laboral (LGT) negociada con la
patronal a espaldas de los trabajadores.
La
izquierda y el papel de la burocracia sindical, en estas elecciones, no
representan las necesidades y anhelos de los más oprimidos entre los oprimidos
ni de los más explotados entre los explotados.
Los trabajadores y trabajadoras del país, los jóvenes que se irán
sumando al ejército laboral, el pueblo organizado tenemos que recuperar la
confianza en nuestras propias fuerzas. Movilizarnos contra la corrupción,
contra las mafias políticas que las fomentan, salir a las calles para derrotar
ese tratado transnacional que como último gran servicio a las corporaciones
extranjeras basadas en EEUU quiere hacer aprobar este gobierno. ¡Abajo el TPP!
La alternativa es la lucha independiente y desde abajo, para entrelazar
nuestras luchas y solidaridad con las comunidades amazónicas afectadas por el
derrame de petróleo, contra la privatización del agua, contra el alza del costo
de vida, contra los despidos indiscriminados, por la defensa de nuestros
derechos laborales, contra la precarización laboral, la sobreexplotación nadie
lo hará por nosotros.
Votar viciado.
Tacha el juego sucio del JNE.
Por estas consideraciones, en estas elecciones estamos convencido que lo
mejor es votar por todos o tachar con una gran X toda la cédula electoral.
Ninguno nos representa. Estamos convencidos que esta elección es una más y que
poco o nada cambiará para las mayorías nacionales. Votar por cualquiera de los
candidatos sólo significará elegir al próximo verdugo del pueblo peruano.
Hoy más que nunca está planteado el voto castigo, el voto viciado.
Porque gane quien gane, el resultado de anteriores elecciones lo confirma:
ganan los ricos, gana la CONFIEP (Confederación de empresarios), gana la
Sociedad Nacional de Industrias, gana el capital transnacional. El voto viciado
es un voto castigo contra esta democracia de los ricos y poderosos, contra esta
democracia plagada de corrupción, de impunidad y donde la inseguridad crece día
a día.
Estamos por
la recuperación de nuestros recursos para industrializar el país. Para ello
tenemos que nacionalizarlos.
Luchamos y
denunciamos los miles de despidos arbitrarios que se están realizando a la
sombra del proceso electoral. Restitución inmediata. Alto a los despidos.
Estamos
contra los régimenes especiales de contratación laboral, contra las servis,
contra la superexplotación. Nivelación salarios por rama y género de acuerdo al
costo de vida.
Estamos
contra el tratado transpacífico que es acuerdo colonialista fomentado por el
gobierno norteamericano en beneficio de sus grandes corporaciones. No al TPP.
Revisión de los tratados que mellen nuestra soberanía nacional.
Propugnamos
por el autogobierno obrero y popular y por la construcción de una sociedad
superior a la actual con democracia directa, una sociedad socialista.
Historia de
las promesas electorales
Un breve repaso a la historia electoral de los
últimos 30 años nos muestra una constante de cada elección: el anhelo popular de grandes
cambios sociopolíticos y económicos que luego del voto son vilmente
traicionados.
En las elecciones de 1990 el país vivía una fuerte
polarización política. Los peruanos vivíamos una galopante inflación y
descontrol económico e inestabilidad política-social bajo el 1er gobierno
aprista de Alan García. El candidato de la derecha Mario Vargas Llosa planteaba
un shock económico que era rechazado por los trabajadores y sectores populares.
Entonces apareció de entre la multitud de Alberto Fujimori, que planteaba:
“honradez, tecnología y trabajo”. Fujimori era un personaje gris y desconocido
hasta entonces. Para crecer en las encuestas ofreció no shock, es decir, contra
la derecha representada por Vargas Llosa. Ganó las elecciones con el apoyo de
casi toda la izquierda de entonces. Una vez electo su primera medida fue
aplicar un brutal shock económico que pagamos los peruanos, no los empresarios.
Esa medida creo bolsones de miseria y pobreza extrema. Pocos meses después, la
noche del 5 de abril de 1992 dio un golpe de Estado que encaminó al país en una
historia negra que todos queremos dejar atrás. Con el pretexto del combate al
terrorismo persiguió y eliminó todo tipo de oposición política. Dirigentes
sindicales y populares fueron detenidos y miles desaparecidos. Reprimió,
persiguió, encarceló y asesinó impunemente a quienes se le oponían. Compró la
prensa escrita y la TV en la salita del Servicio de Inteligencia Nacional
(SIN). Fomentó, junto con su socio Vladimiro Montesinos la narcopolítica via
narcoaviones presidenciales. Mediante la constitución bastarda del 93, hecha a
su medida, favoreció al gran capital y privatizó todo lo que pudo. Fujimori
robó al país en favor de sus hijos, familiares y allegados. Este período oscuro
de nuestra Historia terminó con el escándalo de los vladivideos que pintó de
cuerpo entero a la dictadura de los años 90, terminó con la fuga de Fujimori y
su renuncia por fax tras una gran movilización nacional de “los cuatro suyos”.
A la caída de Fujimori, sobrevino un periodo de
transición, hábilmente aprovechado por mafias políticas para negociar el
“retorno a la democracia”. El país volvía al Estado de Derecho, es decir, se
abrió un nuevo período de vida política que, sin embargo, heredó elementos del
régimen anterior, su constitución bastarda, todo un andamiaje legal y la
existencia de partidos políticos mafiosos que fomentaron la cultura de la
corrupción y la impunidad. En este marco ha ido creciendo la inseguridad, el
sicariato y de la existencia de bandas criminales, gran parte de ellas formadas
por ex policías.
El año 2001, se realizaron las primeras elecciones
post dictadura. Estas se realizaron bajo el manto de una antidemocrática ley
electoral, heredada de la dictadura fujimorista, que imposibilita la
participación obrera y popular con candidatura propia. Entonces el pueblo
peruano optó por el “cholo”, Alejandro Toledo. Una vez en el poder, Toledo no
hizo otra cosa que alinearse con los poderosos y los planes norteamericanos. El
“cholo de Harvard” se había convertido en un agente de intereses extranjeros.
Terminó su gobierno repudiado por la población y por ser un gobierno
continuista del modelo económico neoliberal impuesto el año 92 por la
dictadura. La situación de la clase obrera continuó deteriorándose bajo leyes
de flexibilización laboral, en particular en los sectores minero-metalúrgicos,
especialmente los tercerizados y precarizados, en los obreros y obreras de la
industria textil, alimentos y del agro-negocio.
El 2006, vinieron nuevas elecciones, también bajo
la antipopular ley electoral fujimorista. Nuevamente, ante la falta de
alternativa de un gobierno de los trabajadores, reapareció la figura de Alan
García, que sabiendo que la población seguía buscando una alternativa de
cambio, ganó las elecciones con el eslogan “cambio responsable”, para captar el
voto joven utilizó la imagen de la “estrellita reggaetonera”. Está fresca en la
memoria el baguazo, los faenones, y narcoindultos. La corrupción durante su
gobierno creció y se fue arraigando como algo normal. El de García fue un
gobierno totalmente ligado a la derecha y los empresarios. Por supuesto no hubo
“cambio responsable” sino una mafia política que capturó el estado como un
botín.
En las elecciones de 2011, ofreciendo un programa
para la transformación del país ganó Ollanta Humala. Pero fue uno más que terminó
traicionando sus promesas y gobernando a espaldas del pueblo que lo eligió. Se
transformó en un títere del poder capitalista y termina su mandato gobernando
para los ricos y transnacionales, es repudiado e investigado por
enriquecimiento ilícito.
Como se puede comprobar las elecciones son una
tribuna para crear ilusiones, hacer todo tipo de promesas y engañar al pueblo,
que termina eligiendo a su próximo verdugo. La experiencia de todas las
elecciones anteriores nos muestra que gane quien gane, ganan los ricos y los
inversionistas extranjeros, mientras crece la desigualdad y la exclusión de
millones de peruanos y se mantiene en el atraso zonas enteras del país.
Juventud Socialista Cusco
Marzo, 2016
Imágenes: Álvaro Portales y Carolos Tovar "Carlín"
jueves, 31 de diciembre de 2015
Carta de la Juventud Socialista - PST por fin de año.
Cusco diciembre
2015, enero 2016
Estimado/a compañero/a:
Con motivo de fin de año queremos
hacerle llegar nuestro saludo.
Un breve y somero repaso a lo
acontecido en este año nos lleva a mencionar que sólo una perspectiva social y
nacida desde el seno de los trabajadores y trabajadoras podrá cambiar la negra
perspectiva en cuanto a inseguridad, corrupción, saqueo de recursos, abusos, injusticia
e inequidad.
Ahora que vivimos un cambio de
año en medio de la propaganda electoral, mucho es lo que se ofrecerá desde
diferentes tiendas políticas como varita mágica para nuestros grandes problemas
como país, pero poco es lo que se hará efectivamente. Poca o ninguna ilusión
cabe esperar del actual sistema representativo, plagado de ineficiencia,
corrupción, arribismo y lobbies empresariales.
Como socialistas y
revolucionarios, queremos expresarle nuestro sincero y franco apoyo en el
camino de la defensa de los derechos, de la resistencia al abuso de autoridad,
la demanda por justicia, por una sociedad mejor. Nuestra solidaridad es con los
trabajadores y con los pobres, para quienes la justicia y los derechos, aunque
hoy esquivos, un día han de llegar de la mano de la organización y del
autogobierno
Esperamos encontrarnos juntos
nuevamente este 2016 en la defensa de nuestros derechos y levantando bien en
alto la bandera de la solidaridad y el compañerismo ante la injusticia, el
abuso y la explotación.
Fraternalmente
PST – Juventud Socialista - Cusco
jueves, 10 de diciembre de 2015
LOS PROGRAMAS SOCIALES NO SOLUCIONAN EL PROBLEMA DE LA POBREZA EN EL PERÚ
El Ministerio de Desarrollo e
Inclusión Social del Perú, MIDIS, está implementando una serie de programas sociales,
con cargo a su presupuesto institucional que alcanza a 4422 millones de soles
para el año 2015, orientados a la atención de algunas necesidades básicas de
las personas en diferentes etapas de su vida, tales como: Desnutrición crónica
infantil, anemia, déficit en el rendimiento escolar, falta
de acceso a servicios de salud y de educación, la pobreza, carencia de
oportunidades para el crecimiento económico y el desarrollo social, entre
otros.
La característica común de estos programas, es
centrar sus objetivos en poblaciones y hogares
en situación de pobreza y extrema pobreza, prioritariamente de las zonas
rurales, (solo una fracción de los pobres del Perú) quienes aceptan pasivamente
la implementación de dichos programas debido a que estos grupos humanos carecen
de los elementos necesarios para emitir un juicio sobre la validez o no de
estos programas en la solución de sus problemas ya mencionados.
Del presupuesto mencionado para el año 2015, S/.
336 millones serán para el Programa Nacional Cuna Más, S/. 1113 millones para Juntos, S/. 1427 millones para
Qali Warma, S/. 198 millones para FONCODES, S/. 760 millones para Pensión 65 y
para Desarrollo Infantil temprano S/. 330 millones.
Estos Programas implementados en el Perú desde
el 2012, año en que fue creado el MIDIS, hasta la fecha debieron tener un
impacto reflejado de alguna manera en el crecimiento económico de los hogares y
del país o por lo menos en un equilibrio económico. Sin embargo, esto no es así;
a pesar de que con estadísticas oficiales el gobierno se empeñe en mostrar
buenos resultados que, por ejemplo indicarían como la desnutrición Crónica
infantil en la zona rural habría bajado de 40.3 a 28.8. Pero ¿Representa éste
dato la realidad? No, pues por ser promedios, ocultan que en muchos departamentos,
provincias y distritos las cifras llegan hasta el 80 %, son los casos del Dpto.
de Huancavelica o el distrito de Omacha en Cusco, por citar algunos casos.
Similar comentario correspondería al problema de la anemia y a los demás
problemas sociales en el Perú; problemas casi de imposible solución en el
capitalismo mientras esté presente la imposibilidad de las familias peruanas a
ser partícipes de una distribución equitativa de la riqueza del país (por
ejemplo a través de una retribución salarial al trabajo desde la creación de
mayores fuentes de trabajo).
La economía del país no crece tal como ha sido
proyectado para el presente año (3.9%) por Julio Velarde, presidente
del Banco Central de Reserva del Perú, y sus proyecciones alcanzan sólo la
cifra de 2.8 %, a ello se agrega que, según el MEF, el déficit fiscal 2015 sería
de S/. 1,017 millones, lo que implica entre otras deficiencias del gobierno el
mal aprovechamiento de los ingentes recursos que tiene el estado; pudiéndose
deducir de esto, que los Programas Sociales implementados
por el MIDIS constituyen un gasto y no una inversión para solucionar los
problemas sociales, y mucho menos el camino para la erradicación de la desnutrición crónica infantil, anemia, déficit
en el rendimiento escolar, falta de acceso a servicios de salud, la pobreza,
carencia de oportunidades para el crecimiento económico y el desarrollo social,
y mejorar la educación, entre otros.
Por tanto, estos Programas sociales, son ineficientes
porque los resultados no son siquiera los esperados por el MIDIS. Es decir, no
se puede aplacar el hambre de los niños solo por algunos momentos; o con asignar
100 nuevos soles mensuales a una familia no se resuelve el problema de su
pobreza ni la pobreza del país, que “sería” el objetivo principal del MIDIS.
Entonces, los programas sociales además de no enfrentar la causa de los
problemas sociales, ni las consecuencias, mantienen un clientelismo que soporta
al gobierno y su política paliativa y recrean la situación política económica y
social en capitalismo que claramente es beneficiosa para los grandes negocios.
Zoraida
Romero.
EL CALENTAMIENTO CONTINUARA, MIENTRAS REINE EL CAPITALISMO
El pasado 30 de Noviembre se ha
dado inicio en la ciudad de París a la Conferencia de las Partes por el Cambio
Climático COP21; en ella se reúnen representantes de más de 190 países, quienes
tienen por tarea fijar compromisos de reducción en un 20% las emisiones de
gases de efecto invernadero hacia el 2020, e implementar estrategias de
adaptación al Cambio Climático. La meta, no elevar la temperatura del planeta
2°C.
EL Cambio Climático, es el
resultado de la acumulación de gases, llamados “de efecto invernadero” en la
atmosfera, nombre que se les da por el fenómeno que ocasionan (retención de
calor proveniente de la radiación solar y posterior incremento de la
temperatura del planeta) lo que se
conoce como “Calentamiento Global”.
Nadie va a negar que en algunos
sectores esté habiendo una toma de conciencia al respecto, esto es consecuencia
de los estudios e investigaciones que re-develan que el Cambio Climático es real y que las
consecuencias son a escala global y está en aceleración constante. Además, de los
resultados logrados desde la última cumbre en Kioto el año 1997, en la que
países desarrollados entre los que no figuran los que más contaminan (EU,
China, etc.) firmaron un compromiso para reducir sus emisiones al 5% y
superaron su propia meta reduciéndolas un 20,6%. Pero, tomemos en cuenta que
estos países tan solo representaban al 11% de emisiones mundiales.
Un informe del New York Times
dice, que reducir las emisiones en 20% solo postergaría el calentamiento del
planeta 10 años. Esto significa que, hay tal cantidad de CO2 en la atmosfera
que sin importar las acciones que se tomen, la temperatura del planeta seguirá
en ascenso, estiman otros estudios que para fin de siglo la temperatura de la
tierra habrá subido 5°C o hasta 7°C, que de lejos supera los 2°C de los que se
ha hablado hasta ahora.
Otros estudios afirman que la
única manera de frenar este proceso es parar en seco la producción industrial
que se basa en petróleo, gas y carbón, lo que lógicamente y de acuerdo al
funcionamiento y necesidades del sistema económico capitalista no es posible.
Pero podríamos ir reemplazando el uso de combustibles fósiles (que son el 80%
de las fuentes energéticas usadas a nivel mundial) por energías renovables,
pero “los costos serian elevados”, lo que no es conveniente para el
enriquecimiento de los grandes empresarios. Y además empezar con la plantación
de más árboles implementando políticas serias de reforestación. En
contradicción a estas alternativas y también a todo lo que se pregona de la
COP21, la demanda energética mundial sigue en aumento (empezando con China que
su demanda de carbón que sigue creciendo), el ingreso de vehículos nuevos y de
segunda mano a nuestra región, y seguramente a nivel nacional e internacional; y
la continuidad de la tala ilegal de bosques, como en Puerto Maldonado, como por
ejemplos entre otros.
Lamentablemente vivimos en un
mundo en el que el enriquecimiento de unos cuantos y a costa de cualquier crimen
importa más que la vida de humanos, animales, plantas y nuestro propio medio
ambiente. Lo más triste es que es legal. Lo que nos toca ahora y este es el fin
de este artículo, es cuestionar todo lo que dicen. ¿Es realmente lo que nos
queda? ¿No hay mayores alternativas? O ¿las políticas mundiales van en
dirección a hacernos creer que no hay otras acciones a tomar?
Recordemos también que todos los días
suceden otros tantos desastres ambientales, no relacionados directamente con el
Cambio climático, pero que tienen consecuencias terribles en nuestras vidas;
como el rompimiento de una presa de desechos tóxicos en la localidad de Minas
Gerais en Brasil el pasado 5 de noviembre, que ha contaminado con lodo toxico
proveniente de actividad minera, que ya ha arrasado con todo lo vivo a su paso
y lo seguirá haciendo, ya ha llegado al Océano Atlántico y nadie sabe hasta
dónde llegara. Debe ser que para los ricos “así son los negocios” y para
quienes trabajan para ellos "solo son los resultados del desarrollo”.
Realmente la COP21, ¿Nos salvara
de la catástrofe que se avecina? O, simplemente es otra careta que el
capitalismo se pone para callar a los ambientalistas y hacer creer al resto del
mundo que están haciendo algo por mejorar las cosas? De que han servido tantas
cumbres y tratados firmados en nombre de la conservación y cuidado del medio
ambiente si; los polos se siguen derritiendo, los glaciares continúan
retrocediendo, se siguen fabricando cada día más autos, si los océanos y ríos
se siguen contaminando, si especies animales se extinguen cada día, si en el
capitalismo, donde no existen más alternativas todo funciona en base al
negocio, a la ganancia, al enriquecimiento y para satisfacer las necesidades de
los que más tienen y no de acuerdo a las necesidades de la mayoría que poblamos
este planeta, esa mayoría que somos los trabajadores, quienes debemos
administrar y socializar los recursos del planeta en nuestro beneficio, en
beneficio de nuestras vidas y en el beneficio de las vidas de las siguientes
generaciones.
Escribe: Ibón Velazco Romero
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