martes, 10 de abril de 2012

RED POR LA DEFENSA DEL AGUA Y LA VIDA DEL CUSCO

Nosotros organizaciones sociales, colectivos, movimientos, estudiantes y ciudadanos en general, nos expresamos y señalamos lo siguiente: Que en vista que nuestra región Cusco, al igual que todo el país, está siendo agredida con diversos proyectos que atentan contra nuestro medio ambiente, sobre todo contra nuestro recurso hídrico y vulneran los derechos básicos de las poblaciones especialmente las comunidades indígenas, estipulados en normas como el Convenio 169, que tiene rango constitucional desde 1995.
Proyectos como Proyecto Majes Siguas II en Espinar; empresas mineras como Ares, Anabi, Hud Bay, entre otras en Chumbivilcas; empresa minera Xstrata Tintaya en Espinar; y en general todas las concesiones y proyectos mineros en la región Cusco; Gaseoducto Camisea que afecta a comunidades Machiguengas, Proyecto de Gaseoducto Surandino; Proyecto de Mineroducto de la empresa Xstrata Tintaya que cruza Chumbivilcas y Espinar; Proyecto de Aeropuerto en Chincheros; Proyecto Hidroeléctrica Salca Puccara en Canchis; entre otros.
Dichas obras y proyectos han sido implantados de una manera impuesta a las poblaciones directa e indirectamente afectadas, argumentando que son parte del desarrollo y progreso del Cusco. Pero al parecer no se han pensado las consecuencias que en el mediano y largo plazo acarrearán a todos los cusqueños, en su territorio, su cultura y medio ambiente; ni mucho menos se ha sopesado que el efecto en varios de estos proyectos son irreversibles y no existe dinero que pueda reparar el daño causado a nuestro Cusco biodiverso, lleno de cultura y vida.
Por eso, nosotros nos preguntamos: ¿A quiénes realmente benefician, en el largo plazo?, ¿Sobre los derechos de quiénes estamos pasando al permitir su avance?, ¿Se han hecho estudios claros de que pasará con todas las comunidades afectadas?, ¿Se hacen Estudios de Impacto Ambiental serios que digan todas las consecuencias en nuestro medio ambiente?, ¿Acaso sabemos que muchas obras y proyectos consumirán y contaminarán cantidades excesivas de aguas ocasionado la pérdida de ríos, humedales, lagunas, manantes, etc.?, ¿Nos interesa como vivirán las generaciones futuras o cuál es el daño qué estamos haciendo a nuestra Pachamama?, ¿Podemos hablar de progreso y desarrollo, cuando nuestro bien más preciado -el agua- está en peligro?, ¿Acaso el Cusco será mejor destrozando y matando a nuestra naturaleza?, ¿Acaso el desarrollo debe depender de transnacionales que se meten a nuestra economía y cultura?
Y sobre todo no se puede sobreponer grandes obras o proyectos a la vida de cualquier persona, que tiene como derechos básicos tener un ambiente sano, agua, libertad, a expresar y mantener su cultura, a trabajar la tierra y a alimentarse sanamente, etc. No caigamos en los errores de dejar que proyectos como el aeropuerto de Chincheros tengan pase libre y se realicen sin el proceso de consulta previa a los comuneros afectados o sin hacer los estudios pertinentes, con la excusa del desarrollo. Porque estaremos generando un antecedente para que proyectos como Majes Siguas II o las concesiones mineras puedan pasar libremente y no se nos respete.
Cusco no debe aspirar a ser una región insegura, de concreto, individualista, donde la naturaleza muere día a día y sólo interesa el dinero. Cusco es mucho más que una zona arqueológica, es una región colectiva donde todos somos wayqeykuna o ñañaykuna, donde conviven armónicamente la historia, la cultura con la naturaleza. Donde uno vive y crece bien, en un “allin kawsay” y hace honor a como vivieron nuestros antepasados.
Si decimos que: “la consulta previa entorpece el desarrollo del Cusco” o “que debemos pensar en los intereses del Cusco”, estamos retornando la ideología racista que tanto criticamos del gobierno de Alan García, donde existían ciudadanos de segunda categoría, que justificó la muerte de nativos y policías en Bagua, y los más de 100 muertos por represión en su gobierno. Al parecer el gobierno de Ollanta sigue el mismo camino, pues en menos de un año ya lleva 6 muertos por la represión. Debemos respetar y convivir respetando la cultura y cosmovisión de nuestros pueblos, haciendo valer sus derechos y no tildarlos de ignorantes, manipulados o azuzados asumiendo que estos no piensan, ni llamar a los que luchan por defender a estos pueblos de radicales, terroristas u opositores al desarrollo.
Por lo tanto invitamos a todas las organizaciones sociales, colectivos, movimientos, ciudadanos en general a sumarse a este pronunciamiento y empezar a coordinar acciones conjuntas en defensa de nuestra agua y la vida del Cusco.

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