viernes, 9 de noviembre de 2012

El MOVADEF y el gobierno.

Desde que los conflictos sociales le estallaron al gobierno “nacionalista”, este utilizó el recurso más fácil: la represión y las balas, apoyándose en el inconstitucional Decreto Ley 1095 que faculta el uso de armas de fuego contra manifestantes. Esto hace pensar que con Ollanta Humala se asoma peligrosamente una regresión histórica, semejantes a tiranías militares que surcaron la historia del país en el pasado.
Ollanta en el corto tiempo de su mandato cuenta con 17 muertos hasta la fecha y ocupa el primer lugar comparado con otros gobiernos al inicio de un mandato en cobrar la vida de 18 muertos. Humala Tasso es un oscuro personaje militar, sin brillo propio, que logró auparse al poder político mediante engaños y falsas promesas. Ahora presentó un proyecto que pretende impedir o prohibir que se hable sobre nuestra historia político-social reciente y amenaza con la prisión (8 años) a quienes se atrevan a hacerlo. Este proyecto de ley se llama del “negacionismo” y apunta en el fondo a reprimir a todo aquel que se atreva a insinuar o hablar de una verdadera transformación social o lucha de clases.
¿Cuál es el alcance de la ley del negacionismo?
Al amparo de la ley del “negacionismo” se quiere escribir la historia del país como si fuera un manual militar donde las acciones de los grupos alzados en armas son simplemente vulgares acciones de delincuentes terroristas y punto. En ese marco  el papel de las fuerzas armadas y policiales se pretende presentar como sacrificadas y heroicas, defensoras de la paz y de la nación, nada más falso.
¿Por qué el temor de la historia?
Oponerse a la falsificación de los hechos pasados, y rescatar la memoria histórica del pueblo, es una forma de luchar contra la opresión y el imperialismo. Rescatar la historia social y confrontarla a la historiografía de los cuarteles, se inscribe también en la lucha de clases y en los combates por el socialismo. El conflicto armado en nuestro país, fue un doloroso capítulo de nuestra historia que implicó la vida de decenas de miles de peruanos. Esta es una verdad incontestable, que ni el “capitán Carlos”, ni las fuerzas armadas podrán borrar de la memoria de los peruanos.
El Movadef y su pedido de “Amnistía General”
El neosenderismo legalizado, que reclama aministía general, se ha adaptado y ajusta perfectamente a la actual estructura política del poder en el Perú aunque tiene su propia agenda: la excarcelación de Abimael Guzmán. Su política es vulgarmente oportunista. En las últimas elecciones generales señalaban que Ollanta Humala era una salida “nacionalista y de izquierda” a los problemas del país.
Si bien El Movimiento Por la Amnistia y los Derechos Fundamentales ( MOVADEF )se reclama del maoísmo, su actividad principal es hoy por hoy legalista. Surgió de los escombros de lo que fue Sendero Luminoso, a partir de la capitulación de toda la plana mayor de la cúpula de Sendero Luminoso. Desde entonces no tiene perspectiva como organización política, salvo convertirse en partido reformista y electorero aunque con discurso radical y fraseología revolucionaria, muy conveniente y atractivo para sus seguidores.
Ideológicamente el discurso del Movadef  es básicamente el mismo que planteaba Sendero: el “marxismo, leninismo, maoísmo, pensamiento Gonzalo”. El pequeño detalle es que Abimael Guzmán o “pensamiento Gonzalo”,  traicionó su propia lucha y capituló. De puño y letra, pidió un acuerdo de “paz y reconciliación”. El Movadef sigue esta línea, se desdice sobre la “guerra popular” señalando que “esa guerra nunca debió ocurrir”. Una traición total a sus propios postulados.
Para este grupo, como para Abimael, hoy “no corresponde la lucha armada sino la lucha política”, pues como su líder máximo está preso, buscan su libertad, por ello su salida es la amnistía general para civiles, policías y militares. Ironías de la historia, esta política los coloca de espaldas a los postulados iniciales de SL y de su propio “presidente Gonzalo”, los coloca de espaldas ante sus combatientes muertos, asesinados y desaparecidos que perdieron la vida en la aventura de la “guerra popular” y los coloca al lado de corruptos y asesinos, por eso apoyan el indulto a Fujimori. Es decir, La amnistía que predica el Movadef es una escandalosa traición política de sus propios postulados. De modo que nada bueno se puede esperar de esta agrupación, salvo más acomodos, reacomodos y futuras traiciones o capitulaciones. No se puede construir justicia si se fomenta la impunidad. Ni al Movadef ni al gobierno, ni a la oposición reaccionaria les importa esto.

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